Good Practices

La Universidad de la Tercera Edad es un programa que comenzó en 2019 en Atenas y que promueve y permite el envejecimiento activo. A través del aprendizaje permanente y la educación digital, las personas mayores de 65 años pueden reunirse y socializar, aprender nuevos conocimientos y habilidades y, en general, mejorar su calidad de vida y su salud física y mental. Los principales cursos son Historia de Europa, Filosofía Griega, Informática, Arte Dramático, Escritura Creativa, Lengua Inglesa, Cosmología y Narración Intergeneracional.

KAPIs started as a significant social policy practice in order to support the ageing population.  Nowadays, in Greece, every municipality is responsible for at least one KAPI where the elderly can participate in activities such as painting, regular  exercise, participation in trips e.g. visiting museums, or medical and social care e.g.  physiotherapy and psychological support. KAPIs aim to achieve multiple goals such as the  prevention of biological, psychological, and social problems of the elderly in order to remain  autonomous, equal, and active members of society. 

Esta buena práctica es un curso de formación con los siguientes objetivos: promover una metodología de aprendizaje intergeneracional, fomentar la alfabetización digital de las personas mayores de 60 años en Italia y favorecer la socialización e interacción entre los estudiantes y las personas mayores.  

El proyecto se basa en una serie de cursos de formación impartidos en varias regiones italianas del sur de Italia. Los jóvenes estudiantes dirigen estos cursos y los participantes son personas mayores en riesgo de exclusión social. Los jóvenes estudiantes se encargan de transmitir a los ancianos conocimientos e información práctica sobre dispositivos tecnológicos. 

La mayoría de estas actividades pretenden transmitir conocimientos teóricos sobre estilos de cocina, así como concienciar sobre la importancia de los estilos de vida saludables, especialmente cuando se trata de ciudadanos frágiles. Muchas actividades incluyen ejercicios prácticos en los que los ancianos pueden aprender «sobre el terreno» nuevas nociones y técnicas de manera que su experiencia global sea divertida y fructífera.  

En la región italiana de Emilia Romagna, los Centros de Día están acostumbrados a organizar pequeñas representaciones teatrales, coros, lecturas de cuentos y poemas con motivo de las fiestas italianas. La buena práctica consistió en trasladar este conjunto de conocimientos y habilidades consolidadas de los mayores a una iniciativa destinada a proporcionar alivio y alegría a los niños hospitalizados.  

Cada Centro de Día para personas mayores involucradas elige un cuento de hadas y los mayores van al Hospital S. Orsola-Malpighi, llevando todo el material preparado, y recitan los cuentos para los niños hospitalizados.

Se trata de una práctica intergeneracional en la que estudiantes y personas mayores trabajan juntos en pequeños grupos para representar a través de las artes historias personales de los mayores relacionadas con el periodo de la Segunda Guerra Mundial.  

Esta buena práctica se lleva a cabo en pueblos muy típicos del interior de Portugal. Algunos de esos pueblos están casi abandonados. Los más jóvenes se fueron, y los únicos que viven allí son los ancianos. En ocho de esas aldeas, los ancianos cuentan historias a quienes los visitan. Sus perfiles se incluyeron en una página web con el apoyo del Ayuntamiento y las Juntas Parroquiales.

Esta buena práctica tiene como objetivo la promoción de las aldeas típicas del interior de Portugal a través del arte de contar historias y cuentos de las regiones. Algunas de esas aldeas están casi abandonadas desde que las generaciones más jóvenes tuvieron que buscar trabajo y oportunidades en otros lugares geográficos. Los más jóvenes se marcharon y los únicos que viven allí son personas mayores.  

El enfoque del proyecto consistió en ir pueblo por pueblo llegando a los ancianos y pidiéndoles que compartieran historias cerca de una chimenea y acompañadas de la comida más genuina de la región. 

Este programa fue creado para unificar a todas las Universidades de la Tercera Edad del país, para que compartan buenas prácticas entre ellas. El RUTIS promueve estudios sobre la población mayor para conocer sus necesidades y el funcionamiento de los programas de Asistencia Social. El reconocimiento de la relevancia de los voluntarios de la tercera edad ha cobrado importancia en los últimos años como una forma de fomentar la inclusión social de los mayores.

Este programa, basado en una perspectiva intergeneracional, pretende combatir la soledad y el aislamiento de los mayores. Para ello, el programa aloja a jóvenes universitarios en residencias de la tercera edad en el municipio de Oporto, que, con una contribución simbólica en bienes o alimentos, pueden contribuir a los crecientes gastos en agua, electricidad y gas.  

Artesaneando persigue la participación, mejora e integración de las personas mayores que viven en zonas rurales. A través de esta iniciativa, también se espera recuperar los conocimientos y las habilidades relacionadas con la artesanía y las tradiciones antiguas.  

Se trata de un programa nacional que comenzó en 1993. El proyecto creó bibliotecas móviles, a través de las cuales las personas mayores pueden transmitir sus conocimientos y experiencia a las generaciones más jóvenes. Las personas mayores llevan sus conocimientos culturales e histórico-artísticos a los niños y jóvenes estudiantes, así como a las personas mayores y otros grupos que están excluidos de la posibilidad de beneficiarse del placer cultural.

Esta buena práctica era un proyecto europeo que pretendía prevenir el abandono escolar prematuro de los adolescentes y, al mismo tiempo, posibilitar un camino de envejecimiento activo haciendo que las personas mayores pudieran aportar una importante contribución social.  

La iniciativa consistía en formar a personas mayores para que se convirtieran en mentores de los adolescentes, sirviéndoles de guía, modelo y proporcionándoles apoyo.